La organización clerical de las islas del archipiélago de Chiloé ha influido mucho en sus costumbres.
Aunque la cantidad de sacerdotes católicos no es tanta, el Obispado mantiene toda una organización de Diáconos, Alguaciles y laicos que no solamente se encargan de mantener la capilla y preocuparse de la ropa de los santos, sino que también de cuidar la moral y las buenas costumbres de los feligreses.
Es así como en 1984 no había prostíbulos en Chiloe. Todo esto comenzó a cambiar con la “Época del Loco”.
El loco es un molusco (conchalepas conchalepas) muy apetecido en la mesa de los países orientales y que los chilenos hasta entonces estábamos acostumbrados a degustar, pero adquirió tal valor de exportación que desapareció de nuestros mercados y su comercio enriqueció a mucha gente.
Un hogar de campo en Chiloe sobrevivía con $ 60.000. - mensuales y a ese standard se habían mantenido por muchas generaciones. Ahora industriales y exportadores de Santiago necesitaban sacar muchos locos, ojalá llevárselos todos, pero no había suficientes buzos, así es que pagaban mucho dinero a cualquier persona que les entregara locos.
Accidentes hubo a montones pues jóvenes de 17 a 19 años, que no sabían ni nadar comenzaron a ejercer de buzos. Estos jóvenes recibían diariamente entre
$ 200.000. - a $ 300.000. - ¡Si, diarios!
Ante esta verdadera lluvia de dinero la prostitución no se dejó esperar y empresarios del ramo, provenientes de diferentes regiones del país, comenzaron a aparecer.
Todos sabíamos donde estaban las casas y por supuesto que cuando pasábamos cerca echábamos una mirada, disimuladamente, para ver quien iba entrando.
Yo viajaba por lo menos una vez al mes a Castro a comprar provisiones. Así es como ese día, como a las 12 de la mañana y mientras iba entrando en auto a la ciudad divisé, como a una cuadra de distancia, la inconfundible figura de dos de mis amigos Friendship. No me vieron, puesto que caminaban en el mismo sentido que yo y por la acera del frente. Sobresalían entre los chilotes por su estatura y ante mi atónita mirada desaparecieron al entrar al prostíbulo.
-Bueno, pensé para mis adentros,
¡Mayor prueba de humanidad que esta no existe!
Lo que ellos hicieran adentro no era de mi incumbencia, sin embargo el hecho de que estuvieran allí, significaba que el yate debería de estar en el puerto. Si eso era así yo podría ir y conversar con mi amigo Alberto. Hacia allá me dirigí.
Efectivamente, el Mytilus II estaba atracado al muelle y Alberto se encontraba enrollando unas jarcias. Subí y entre bromas, le conté lo que había visto.
Para mi sorpresa, Alberto se puso serio, algo inusual en él, y me dijo:
- ¡No es lo que tu crees!
¿Qué es entonces?
-Por el momento no te lo puedo explicar, porque no sabemos
como va a resultar, pero ven a la tarde, hablas con ellos
y ves los resultados.
Hice mis tramites y como a las 6 de la tarde volví al yate, para que los sacerdotesde Friendship me explicaran lo inexplicable.
Allí estaban Joel y Abimaél tan impasibles como de costumbre, pero ahora acompañados por dos damiselas. Después de las presentaciones supe que se llamaban Jessica y Marilyn. Ambas no tendrían mas de 21 años y su aspecto era innegable. Entre las dos destacaba Marilyn, entre otras cosas por su estatura, por que le faltaba un diente y por su pelo teñido rubio rabioso. Se notaba que había sido una muchacha hermosa, aunque ahora se la veía flaca y desnutrida.
Poco alcanzamos a hablar, ya que Alberto quería zarpar antes de que anocheciera. Durante la conversación ellas me llamaban “oiga caallero” y cuando se fue el Mytilus II, ellas iban a bordo.
Lo siguiente lo sé solo de oídas. Lo supe como un mes después, cuando fui nuevamente a Castro, donde todos los varones lo comentaban secretamente y entre risas, además de las confidencias que posteriormente me hizo Alberto.
Resulta que tanto la Jessica como la Marilyn estaban asiladas donde un conocido cafiche que había llegado del norte. De alguna manera, que yo ignoro, se habían puesto en contacto con Friendship, quien las había invitado a la isla. El problema era que el cafiche no las dejaba abandonar el prostíbulo sin que antes le cancelaran ciertas “deudas”.
El monto de las “deudas” ya se había establecido y Friendship estaba dispuesto a pagarlo. Por la Marilyn eran $185.000. - y por la Jessica $ 310.000. -
Ese día fueron a buscarlas, pero al ver los administradores a dos gringos con facha de platudos, las “deudas” subieron automáticamente
Ahora la Marilyn debía $ 350.000. - y la Jessica $ 680.000-
Los gringos se negaron a pagar la diferencia, por lo que los administradores llamaron a los matones. Los gringos intentaron salir con las “chiquillas”, los matones se les fueron encima.
Cuentan que por cada golpe que daban los gringos, los pseudo matones pasaban a través de los delgados tabiques de madera que separaban las piezas.
La casa estuvo cerrada tres días por reparaciones y hubo que comprar amoblado nuevo, sobretodo espejos que allá son muy caros.
Seis meses después el Mytilus II pasó por Quemchi. Me traían unos repuestos para mi motosierra, así es que subí a bordo. Fuera de Alberto estaban Rafael, Exequel, Samuel, una familia chilena compuesta por un matrimonio y dos hijos pequeños y ...... . Marilyn.
Ella servía la mesa, pero estaba totalmente cambiada. Se había alisado el cabello el que ahora era de su color castaño natural, ya no usaba esos pantalones ajustados sino un amplio chaleco chilote de buena calidad, pero lo que más me impresionó fue su mirada dulce pero segura. Su conversación era más lenta y al hacerlo sonreía, siempre sonreía, y allí me di cuenta: tenía todos sus dientes.
Como les decía, yo estaba sentado y ella de pie sirviendo, por lo tanto me pasé el resto de la conversación haciendo piruetas para mirar hacia arriba cada vez que ella abría la boca. De repente y debido a una de las típicas salidas de Alberto, ella soltó una carcajada, por lo que pude ver todo su paladar. Allí solo había una fila de blancos dientes y sanas encías. Ni rastro de prótesis.
Ese día sacamos algunas fotos.
Muchos años después, como Uds. saben, yo enfermé gravemente. Debido a eso y como último recurso acepté la invitación de ellos para curarme. Habría aceptado cualquier cosa.
Mi viaje hacia allá lo recuerdo perfectamente, sin embargo hasta hace poco, sobre mi estadía en la isla y mi regreso, era poco y nada lo que recordaba.
Ahora último, después de 10 años, algo curioso me está ocurriendo. Sin mediar provocación ninguna y cada cierto tiempo, me vienen a la cabeza unos especies de flash de memoria. No duran mas de un segundo y generalmente no se trata de nada trascendental, pero así, poco a poco, voy reconstruyendo ese trozo de pasado.
Hace menos de un mes tuve uno:
Me encontraba en una habitación muy pequeña y dentro de pocos instantes me iban a “intervenir” en la habitación de al lado. Estaba desnudo dentro de una amplia y extraña bata verde. Tenía miedo.
Debido a mi enfermedad me sentía mal, tan mal como solo puede saberlo alguien que haya pasado por similares circunstancias. No era el cuerpo el que me dolía, era el alma.
Tenía terror.
No sabía en que pensar.
De repente alguien tomó mis manos. Miré hacia arriba y vi un hermoso rostro de mujer con una hilera de dientes albos y perfectos. Estaba vestida como enfermera e irradiaba paz y dulzura.
Ernesto ¿estás asustado?
-Sí, mucho.
No es para menos, ¿Quieres rezar?>
-¡Si!
¿Te acompaño?
¡¡¡Gracias Marilyn!!! No lo olvidaré jamás.