Delfines

Todos pretendemos ser bien educados y atenernos a las normas de urbanidad, pero cuando estamos solos otro gallo canta.

Cuando nos invitan por primera vez a una casa y pasamos al salón y vemos que hay alguna puerta abierta ¿Quién no trata de atisbar por ella para ver como es el dormitorio de los dueños de casa?, y si pasamos al baño, ¿Qué habrá en el botiquín?, ¿Qué shampoo usarán?, ¿Se teñirán las canas?.

En Friendship yo no me pude substraer a esto.

Al salir de mi habitación y caminar por los pasillos, una vez noté que siempre, en el rincón derecho arriba, junto al techo, corría una serie de cañerías. A veces daban vuelta por los pasillos y a veces entraban en algunos cuartos.

Las había gordas y flacas, metálicas y forradas en goma. Un día decidí seguirlas disimuladamente.

Al doblar una esquina me encontré con una que venía desde el exterior y que era mucho más gruesa que las demás, es decir de unos 20 cm de diámetro aproximadamente. Bajaba por un rincón hacia el piso y luego se hundía hacia el nivel inferior.

Aproveché para tocarla. Era metálica, estaba fría y vibraba suavemente. Eso solo podía significar una cosa: estaba adosada a una bomba.

Tomé el ascensor y traté de ubicarla en el nivel inferior.

En eso estaba cuando me topé con Nathanael, quién inmediatamente me saludó muy efusivo. Me preguntó cómo estaba, qué buscaba y si me sentía a gusto. Íbamos caminando y de repente vi de nuevo a la dichosa cañería que entraba en uno de los cuartos.

Por suerte Nathanael se dirigía hacia el mismo lugar, y al ver que yo miraba con curiosidad hacia adentro, me invitó a pasar, diciendo:

Ven, quiero que conozcas a mi esposa

Pasamos a un lugar similar a una antesala y luego a una oficina pequeña y decorada con muy buen gusto, allí de pie se encontraba una mujer vestida con el típico overall blanco más un guardapolvo encima, del mismo color.

Nathanael, que mide algo así como 2,05 m, se agachó para besar a su mujer en la mejilla. Luego le dijo:

 Este es el famoso Ernesto
-Hola, -dijo ella- yo soy Yael, ¿Tu eres el dueño de ese hermoso campo frente a Chaquihual?-
-Si,- dije yo.
¿Y ahora vienes de Santiago?
-Si,- repetí.
¡Que lástima que vengas solo!
-¿Por qué?
Es que yo esperaba a alguien más.- dijo Yael mirando hacia arriba a su gigantesco cónyuge.

Creí que se referiría a Octavio y familia, así es que no le di mayor importancia. Además estaba entretenido mirando dos formidables acuarios que Yael tenía en su oficina.

Después de un rato de conversación, Nathanael procedió a retirarse, no sin antes decirle a su esposa:

Muéstrale algo de lo que se hace aquí
Si es que te interesa.- dijo Yael
-¿Qué haces?-pregunté
Yo soy Neurobióloga, pero ahora estoy trabajando 
como veterinario dijo Yael riendo.Acompáñame

Salimos de la oficina, cruzamos la antesala y seguimos por un pasillo curvo. Allí empezamos a escuchar chasquidos y chapoteos, al mismo tiempo que sentíamos un olor diferente y orgánico.

Llegamos a una sala grande con piso y murallas de cerámicos blancos, donde podían verse dos pequeñas piscinas.

A un estanque de vidrio y anterior a las albercas llegaba la gruesa cañería que yo había estado siguiendo. Por ella borboteaba un gran chorro de agua de mar, la que posteriormente se distribuía a las dos piscinas.

En la primera había una pareja de delfines similar a los que yo había visto acompañando al Mytilus II, y en la segunda un formidable ejemplar overo, es decir su piel era como la de las vacas, a manchas blanco con negro.

Te presento a Kon y a Tiki dijo Yael, señalando la primera piscina.

Luego tomó un micrófono inalámbrico que descansaba sobre una mesita de vidrio y dijo: <Saluden niños>

Ambos animales levantaron sus cabezas sobre el agua y emitieron algo así como una risita. Noté que me miraban, e incluso juraría que me sonrieron.

Están acondicionados dijo Yael, Ese es mi trabajo
¿Qué significa eso?-pregunté. 
Estos amigos pueden nadar tanto o más rápido que la mejor de las lanchas, sumergirse más profundo
que los submarinos, piensan, y son parientes nuestros. Además poseen un sistema de sonar diez veces
superior en precisión al más adelantado de los submarinos nucleares y su olfato puede detectar a un 
hombre en el agua a mas de tres kilómetros de distancia.
-Y están... ¿acondicionados?    
Si, un delfín en un segundo, obtiene más información del medio que  lo rodea, que nosotros con nuestro 
instrumental moderno en varios minutos. Mi trabajo consiste en conseguir que esa encuesta llegue en tiempo
real a nosotros.
-¿Cómo?
Con una pequeña ayuda tecnológica, que permite que esos datos después de llegar a su cerebro, nos sea
 enviados a nuestras pantallas
-¿Y cómo?
Con estos  dijo Yael, mostrándome una pequeña caja transparente que 
guardaba diez o doce aparatitos similares a transistores o resistencias 
electrónicas, con pequeños alambres plateados sobresalientes.
-¿Qué son?
Son varios circuitos integrados diferentes y entre ellos hay transmisores 
y receptores de ondas. Se implantan en las paredes del espiráculo y desde allí 
actúan por inducción sobre el cerebro.
- ¿Robots?
¡No! ¡Qué más nos querríamos! Estos señores piensan por su cuenta y solo realizan las labores que les 
ordenamos si están en la buena con uno. Esta es la parte difícil, pues hay que ganárselos. Por eso es que
 yo esperaba con ansias que tu llegaras aquí con Tania..
- ¿Qué Tania?
Tu amiga Tania Wolfensson?
- ¿Y qué tiene que ver ella en esto?
No cualquiera puede comunicarse íntimamente con los delfines. Hay personas que 
poseen esa cualidad de nacimiento. Es un problema de frecuencias y resonancias 
cerebrales, la mayoría de esas personas no se entera jamás que nacieron con ese don
- ¿Y si se acercan a un delfín?
Poco o nada ocurre, talvez una afinidad, pero para poder verdaderamente 
comunicarse con ellos, deben prepararse.
-¿ Y como?
Lo hacemos aquí, ayudados por la electrónica, y es fácil para cualquiera. 
Sin embargo, cuando se trata de personas que han heredado el don, los resultados son espectaculares
- ¿Son pocas en el mundo?
Si pocas, pero podemos ubicarlas siguiendo su genealogía. Así es como nos 
ubicaron a ti y a mi.
¡¿Coomo?!
No te extrañes, yo poseo el mismo don que Tania
¡¿Y yo?!
No, tu no posees este don, pero si otros, por eso te trajeron, para que lo desarrollaras.
 ¿Conoces tu genealogía?
- Poco...mis abuelos...bisabuelos...
No, mucho más atrás....hasta los tiempos bíblicos 
- No, tanto es imposible.
No lo creas, porque aquí los conocen
- ¡Pero que tengo que ver yo con los tiempos bíblicos!
Allí está la cosa. Todos en nuestro genoma tenemos rastros de nuestros antepasados, por muy lejanos que 
sean. La diferencia está en que la mayoría podría llegar hasta Adán, sin embargo hay otros cuya genealogía
 comienza mucho después. A esos tratamos de juntar

En esos momentos de 1990 hacía seis meses que yo no veía a Tania y aún hasta hoy, once años después, aun no la he visto. Curiosamente hace una semana atrás, ella me llamó por teléfono, lo que me causó una gran alegría.

Probablemente esa impresión fue lo que causó este recuerdo en mi memoria, y por lo tanto Tania no tiene idea al respecto, pues nunca tuve la ocasión de contárselo.

Tania Wolfensson es una de las personas que estuvieron desde un comienzo ligadas al fenómeno Friendship y ella es otra de las invitadas que nunca fueron.

Supe a través de terceros que Tania hace algunos años, estuvo trabajando con delfines. Cómo llegó a eso no lo sé.

Lo que si sé, es que esta infidencia puede traerme la desaprobación de Tania. Ella es de las personas que nunca han querido figurar en este caso. Eso muestra cuan inteligente es, ya que se ha librado de una gran cantidad de problemas que nos han aquejado a nosotros los tontos que abrimos la boca.

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