Pruebas


También tuve que rendir pruebas sobre mis progresos en telepatía. Estas se realizaban de una manera bastante entretenida.

Se me dijo que me preparara para un viaje largo y que simplemente me pusiera en camino. Ellos me dirían donde ir.

En ese tiempo yo tenía una Citroneta, así es que la preparé, me conseguí una carpa, eché algo de provisiones y salí.

Llegué a la Panamericana y no sé por qué se me ocurrió ir hacia el norte. Sabía, por lo que había aprendido, que debía relajarme, no pensar y menos aun tratar de escuchar voces.

En otras palabras, las acciones deben de salir de uno mismo, como si fueran ideas propias.

Así fui avanzando por la Ruta Norte, a veces con seguridad, a veces con dudas. Al enfrentar la entrada a Tongoy, estaba desorientado, decidí entrar.

Todo era normal, no había visto Ovnis ni había escuchado voces interiores. ¿No sería todo esto solo una equivocación? porque si así lo fuera, caro me iba a salir, ya que me había alejado mas de 300 Km de mi casa.

¿No sería mejor volverse ahora, antes de seguir haciendo el ridículo y terminar quizás donde?

Estuve a punto de regresar, pero al último momento, decidí pernoctar allí, meditar durante unos 20 minutos y tomar una decisión al día siguiente.

En la mañana, al despertar y meditar nuevamente, no sé por qué, lo vi todo claro. Me había desviado y debería volver a la ruta. Lo más curioso es que ahora me embargaba una sensación de confianza, la que había empezado durante la noche anterior. Me sentía acompañado.

Con muy buen animo recogí la carpa y seguí viajando hacia el norte. Llegué a La Serena y doblé al este hacia el valle del Elqui. El día era hermoso y yo, después de muchos años, experimentaba una sensación muy parecida a la felicidad, pero era una sensación física.

A medida que avanzaba por los serpenteantes caminos del valle empecé a tener una sospecha. Una o dos veces, mientras conducía, noté algo como una luminosidad rojiza a mi izquierda, que seguía a la Citroneta. Dos veces me detuve a observar, pero nada pude ver.

Llegué a Vicuña, paré un momento en la plaza y luego continué hacia el este. Ahora si, me pereció ver algo como una pequeña esfera roja que me seguía. Preparé la cámara fotográfica.

Hubo un momento que estuve seguro que estaba a mi izquierda, sobrevolando el lecho del río. Me detuve y disparé la cámara. Bajé la máquina y la esfera no estaba.

Esto se repitió como tres veces. Luego me di cuenta que la tal esfera no era sólida, puesto que podía ver a través de ella. También noté que cuando se me acercaba yo sentía ciertas sensaciones físicas. Como que se me aceleraba el ritmo de cardíaco y sentía algo así como una nausea. No es exactamente eso, pero es lo que más se le parece, de todas maneras es algo muy difícil de describir.

Así seguí avanzando hasta que llegué a la plaza de un pequeño pueblo y tal como yo lo esperaba, no sé por qué, había alguien esperándome.

Francamente no era quien yo, mas o menos, me había figurado. Se trataba de una hombre de unos 36 años, de cabello negro y rasgos autóctonos. Es decir, nada que ver con Friendship.

Lógicamente pensé, que ahora se me iban a dilucidar muchas incógnitas a través de este personaje, sin embargo, grande fue mi desilusión, al enterarme de que él solamente era un estudiante, al igual que yo y que también estaba rindiendo un examen para Friendship.

Poco fue lo que conversamos, ya que se notaba que mi interlocutor no era hombre de muchas palabras, pero ambos llegamos a la conclusión de que el experimento había terminado y que, por lo tanto cada cual debería de volver a lo suyo.

Hacía mucho tiempo que no me relajaba y después de todos esos inviernos chilotes, me estaba reencontrando con el sol. Además por primera vez estaban entrando en mi cabeza las enseñanzas de Friendship:

¡No se iba a detener mi futuro si me quedaba unos días en la        playa! 

Bajé hasta La Serena para acampar y aunque Uds. no lo crean, en ese tiempo aun uno podía instalar una carpa en la Avenida del Mar, donde hoy está lleno de edificios de departamentos, al frente de la costa.

Esa noche dormí bien y al día siguiente me dirigí a la playa, donde estuve casi todo el día.

En la tarde, poco antes de la puesta del sol y estando aun en la arena, comencé a sentirme intranquilo. Tenía un gusto acre en la boca y una leve sensación de nausea en el estomago. No me habría dado cuenta, a no ser por el griterío de unos niños que andaban en bicicleta por la Avenida del Mar, que algo anormal ocurría. Se detuvieron e indicaban hacia arriba.

Miré, y allí se veía con claridad un objeto discoidal moviéndose en el cielo. ¡Era lo que yo había esperado!

Me quedé con la boca abierta mirando sus evoluciones, hasta que recordé que tenía la cámara. El problema era que estaba dentro de la carpa y la carpa al otro lado de la calle. ¿Alcanzaría a tomar la foto?

Corrí, tropecé y salté hasta cruzar la calle imprudentemente y llegar a la carpa. Tomé la cámara, enfoqué y disparé, sin preocuparme mayormente del encuadre, ya que quería tomarlo antes de que desapareciera.

Como el objeto seguía evolucionando sobre la bahía, corrí de vuelta hacia la playa y por el camino disparé la segunda foto. Conseguí llegar casi hasta la Avenida del Mar donde estaban los niños y allí alcancé a encuadrar mejor y tomar la última foto antes de que el objeto desapareciera hacia el sur oeste.

Esta es la procedencia de las fotos que Uds. ahora pueden ver aquí.

Las copias originales se perdieron en esos tiempos entre tanto ufólogo, sin embargo yo aún conservo los negativos, que es de donde proceden estas fotos.

Hay que recordar que estos negativos han estado guardados, y mal guardados, por mas de diez años, por lo que están bastante sucios y tienen varias manchas. Sin embargo si Uds. aumentan las imágenes (que es una posibilidad que se da en este website) podrán distinguir claramente que es mancha y que es UFO.

En cuanto a la esfera rojiza, si es que alguna vez existió, nunca mas se supo, pues al revelar el rollo apareció el paisaje pero no la luz.

2 comentarios:

  1. disculpa, es posible comunicarme contigo?

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  2. Hola Valentin
    Perdona solo ahora me di cuenta que querias comunicarte conmigo.Mira escribe a sweet7home@gmail.com.
    Pero antes quiero decirte algo, yo no se nada mas de lo que esta escrito, no tengo contactos con F, mas quisiera yo :), pero podemos hablar de lo que Ernesto escribio.
    Un saludo
    Shara

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